Reseña: Y yo a mí, de Elsa García




Género: romance, juvenil
Primera parte de la bilogía «Y yo».



Sinopsis:
Jota perdió a sus padres siendo demasiado joven, pero ganó una Yaya por el camino, además de a sus inseparables amigos Ga y Nit.

Con mucho descaro y sin pájaros en la cabeza, aprendió tarde que el amor ciego a veces hace que te des golpes que duelen demasiado por caminar entre tanta oscuridad. Así que cuando el hermano de su querido Gael aparece en la ciudad consiguiendo despertar en ella más que deseo, prefiere no correr demasiado.

Enzo ha llegado a Madrid con el corazón roto y algo de resentimiento hacia las mujeres, pero la luz de Jimena era un faro que no esperaba encontrar entre tanta sombra. Le da igual que ella parezca no querer a los hombres más que para divertirse, porque sabe que con él nunca se le borraría la sonrisa.

Pero ¿podrá mantener esta promesa cuando lleguen llamadas inesperadas y fantasmas que llegan llenos de dudas? 



Reconozco que este libro me parecía de entrada una novelita similar a otras cien, y en líneas generales, tiene similitudes con otras protagonizadas por chicas millennials y metidas en aventuras erótico-románticas, pero la verdad es que llega a enganchar y te sientes casi inmersa en esa pandilla singular cuyos vínculos son más familiares que los propios de otro tipo de relación más superficial. 

No es que haya grandes imprevistos en el argumento, o quizá es que como yo ya pasé esa edad las veo venir con un par de mini pistas. En el spoiler comentaré algo más sobre esto. 

Pero empecemos por el principio, aunque la sinopsis ya cuente bastante. Jimena, o Jota para los amigos, es una chica huérfana sin problemas económicos a la que le va la juerga y el sexo duro. Tengo que avisar de esto pronto por si buscas romance más "decente", porque hay varias escenas sexuales sin escatimar detalles, tanto de tipo hetero como gay. Asistimos a las andanzas de ella y su grupo, entre los que destacan Gael, o Ga, y Anita, o Nit, y el resto se desdibuja un poco, quedando en segundo plano. Mi favorito es Gael, el amigo gay que es prácticamente un hermano cómplice. Hacen lo habitual en esa franja de edad, beber por sistema, ligar y divertirse. Como digo, ella quiere "marcha" y afirma que no le van los caballeros que lo hacen suave, por lo que sospecho que le van más los tipos estilo Grey, como corrobora esta frase: "¿o si lo que a mí me hace feliz es que me arreen a diario con una fusta estando en ropa interior?" Pero también hay cabida para las frases pastelosas: son como el día y la noche, pero juntos hacen el atardecer perfecto.

Y es que Jota es salvaje pero sensible, y su sexualidad desinhibida no implica que se arriesgue en temas del corazón, por motivos que sabremos llegado el momento. En cuanto a Enzo, también tiene sus heridas emocionales, así que ninguno quiere enamorarse. Y ese es el principal nudo de la trama en este libro, pero no el único, pues la protagonista deberá lidiar con su pesada mochila de traumas del pasado. El desarrollo de su capacidad para afrontar retos y madurar es lo más interesante del libro, que oscila entre lo frívolo y lo profundo:
Da igual lo jodida que estés, o que creas que nunca vas a conseguir levantarte de nuevo. La vida te obliga a hacerlo y no va a esperar a que tú estés preparada. No funciona así.

El romance que contiene el libro es bonito, incluso idílico, pero confieso que Enzo no me cayó bien, pero eso no es malo, simplemente es un personaje con sus claroscuros y sus errores, no un cliché de libro, sino un ser humano. Ella también comete errores pero creo que anda mejor encaminada en la vida, aunque no sé lo que hará en la segunda parte de la bilogía. En esta primera parte, con eso de "y yo a mí", resume bien que se intenta querer a sí misma, lo cual es un buen mensaje para lectoras, sobre todo para las más jóvenes.  

El libro me parecía por momentos un deja-vú de Sexo en Nueva York, y sobre todo, de Friends. Cuando me topé con esta frase: "adoro que se ría con Friends tanto como yo" dije, bingo :P. Es que conozco personas que rondan los 30 e intentan hacer de su vida un remake perpetuo de esa serie, y los protagonistas del libro van en esa línea. Reconozco que la serie no me atrae demasiado ni me identifico con esa filosofía de vida. Soy bastante individualista y no me emborracho nunca, así que de entrada no era la mejor candidata para que el libro me gustase. A ratos me identifiqué y a ratos no. Es cierto que leemos para asomarnos a otras vidas, pero si no me puedo identificar a fondo, no lo disfruto igual, y supongo que no soy la única a la que le pasa. Sobre todo me chocaba el tema sexual, que lo de... párteme por la mitad, no me pone nada. 

El asunto del amor con compromiso frente al sexo sin implicaciones emocionales sí me interesa más y suele dar juego, aunque normalmente lo de ser un Peter Pan sea cosa de ellos. En este caso, ella también se pone pronto en bragas, literalmente cuando anda por casa, tal como sabemos por la primera página xD También sabremos más cosas de Jota, como sus canciones y libros favoritos, y por toda esa serie de detalles tenemos un retrato bastante preciso de la protagonista. 

El libro está correctamente escrito en general, aunque no se libra de las erratas: "cuelga y se gualda el teléfono en el bolso." Es de esas erratas que el corrector de texto no detecta porque Gualda existe, solo que ahí debía ser Guarda. También faltan puntos al final de algunas frases. La parte del viaje parece escrita por otra persona, y lo digo como un halago. Pasamos de lo trivial a algo más maduro, por así decirlo, y a la vez parece un poco una guía de turismo. 

A veces se rompe la cuarta pared cuando los personajes, que se alternan en cada capítulo, nos hablan de manera directa, lo que contribuye a que te vayas involucrando un poco más con ellos. Es interesante que cada uno aporte su punto de vista, sin embargo, no aprecié demasiada diferencia en la manera de expresarse cada uno de ellos. 

En resumen, un libro entretenido que te gustará sobre todo si te gusta el romance con erotismo y con un toque de profundidad psicológica.


Spoiler:
La muerte que hay en el libro era algo que daba por sentado. Que el idiota de Enzo volviera con su ex ya es más increíble, después de tantos cuernos por parte de ella. Pero tampoco quería comprometerse ni tener hijos, así que no era buen plan de futuro para Jota. En cuanto al profesor, -y esto no es una crítica al libro sino a las chicas que actúan como Jota-, quién no se pilló alguna vez por un profe en plan platónico; ya dar un paso más es harina de otro costal, y enterarse de que un tipo está casado también es habitual pero seguir con el enganche... no debería haber mayor anti-afrodisíaco para cualquier mujer que saber que un tipo está casado y que encima te lo oculta. 

La traición de Enzo casi se veía venir desde que conocemos su egoísmo sexual con un rollete: no podía parar. Bueno, qué narices, no quería. Fingí no oírla y la sujeté con fuerza por las caderas, hundiéndola lo más profundo que pude hasta que terminé dentro del condón.

Es interesante de todos modos ese personaje, porque a pesar de ir de romántico y macho alfa, es inseguro y egoísta. Le pesa demasiado que Jota sea independiente y no se apoye en él cuando está hundida, y en vez de respetar su espacio y esperarla, se lía con la ex. Está claro que adora sentirse el centro de atención y que piensa con la bragueta. Menos mal que paga caro su error cuando Jota al fin decide dejar todo atrás y buscar su camino sola, no como una inválida emocional que necesita a los demás hasta para que le den de comer literalmente con una cuchara. 

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