Verdugos, de Esteban Navarro. Reseña.


Género: policíaca, hechos reales, novela negra

252 páginas, autopublicado

Sinopsis:

En 1952, las hermanas Encarnación y Matilde Silva Montero fueron asesinadas en el interior del estanco que regentaban en la ciudad de Sevilla. La policía no tarda en detener a los tres autores: Juan Vázquez, Antonio Pérez y Francisco Castro, siendo condenados a pena de muerte mediante garrote vil. El verdugo, Bernardo Sánchez Bascuñana, coincide unas semanas después de la ejecución con un amigo suyo, un guardia civil jubilado, y le cuenta una terrible verdad: los acusados eran inocentes. El guardia civil decide iniciar una investigación por su cuenta para hallar a los verdaderos culpables del doble crimen.

Este libro está basado en un asesinato real, el llamado crimen de las estanqueras, famoso en su época por la brutalidad y aparente falta de móvil. Por cierto que el hecho no se menciona en el prólogo, aunque sí en la sinopsis. No es el único suceso verídico que contiene el libro, por cuyas páginas también transitan personajes reales.

El libro no es el primero que se ocupa de ese asesinato, de hecho hay otro que se llama precisamente El crimen de las estanqueras. Aquí también se teje una posible trama en torno a un crimen supuestamente mal resuelto.

El libro está correctamente redactado en general, con algunos fallos como usar mal las tildes en como, donde, etc: 

Cómo Andalucía no hay nada. 

Voy a dónde quiero. 

También faltan y sobran guiones que acotan diálogos.

Algunos datos sobran o están confusos:

"Verano caluroso en Sevilla" es una redundancia y una obviedad.

"Alguien que se tira a La Bosé no necesita de esas actrices americanas que no son más que huesos. Donde esté una buena española que se quite lo extranjero." La Bosé es Lucía Bosé, madre del cantante, que no era española sino italiana, aunque luego se nacionalizase aquí. 

Siempre es interesante repasar, o conocer según sea el caso del lector, épocas pasadas, aunque debamos pasar por alto un detalle, que es la principal pega que le pongo a este libro: el autor no es capaz de reproducir la forma de hablar de la época y la zona. Por ejemplo, esta frase la dice un gitano vendedor ambulante:
Usted necesita una información y yo se la proveo... 
Ese personaje en la España de los años 50 es imposible que hablase de esa manera. 

Sé que el reto de recrear la época no era fácil y es una licencia que se toma el autor, igual que hace cuando en el juicio transcriben en lenguaje culto los testimonios de los acusados, que eran chicos de la calle sin formación académica. Si no es falta de atención a los detalles por parte del autor, podría haber incluido una nota aclaratoria por alguna parte.
Acerca del tal gitano se dice esto otro: 
Cada jueves paso por delante de su parada.
Pero en Sevilla no se dice parada sino puesto o puestecillo. 

Por otra parte, se estira hasta la extenuación una trama que no da para más hasta que ya parece olvidado el tema del crimen y aparece en escena ETA y el tema de Cataluña para luego cerrarse el círculo de la historia inicial.

Más allá de la trama, el libro dice cosas interesantes que no cuento por no hacer spoiler, pero como muestra, esto: no llegan más lejos los que tienen ideales sino los pelotas, los primeros suelen morir por culpa de sus ideas.

En resumen, un libro correcto que incluye un siempre interesante repaso a tiempos pasados, y que yo en particular agradezco que no llegue a extremos tan sádicos como ocurre en otros libros del autor.