Reseña: El ajedrecista, de Esteban Navarro



Género: novela negra, thriller policíaco
Número de páginas: 241

Sinopsis:
Un matrimonio de recién casados adquiere un piso de segunda mano. En el trastero hay pertenencias del propietario, fallecido diez años atrás, y la intermediaria de la venta (una amiga de la actual propietaria) les dice que una vez adquieran el piso se pueden deshacer de esos efectos.
Antes de cerrar el trato les hace un suculento descuento con una única condición: tendrán que conservar el baúl de tres cerrojos que hay en el trastero hasta que la propietaria (que reside en una residencia de ancianos) fallezca.

Este libro es el primero que leo del autor, al que no conocía, a pesar de que es un super ventas entre los escritores autopublicados. Como ex policía y, al menos se presupone, conocedor de los entresijos del mundillo criminal por encima de la media, el dato añade interés a la lectura. Como thriller me ha gustado, sin embargo, casi que me quedo con el trasfondo, por el mensaje social, por decirlo de alguna manera. No sé si era la intención pero desde luego es un tema de triste actualidad. No quiero destripar el argumento así que lo comento por recomendar su lectura en ese sentido.

Los capítulos son cortos y de lectura ágil. El texto es bastante correcto, aunque había alguna cosilla como alguna tilde mal puesta, signos de interrogación que sobran y cosas así. La sinopsis engancha, pues siempre llama la atención un secreto misterioso, y el título también intriga porque de entrada no se sabe como encaja con el resto.

Si lo tomamos como un thriller puro, creo que no resulta demasiado difícil adelantarse a la trama por momentos, por eso me daba la impresión de que la intriga quedaba un poco relegada, quizá a posta, para darle prioridad al relato dramático. A mí al menos es el aspecto que más me gustó del libro, hasta el punto de que no es difícil empatizar, sobre todo si eres mujer, y casi aplaudir por el desarrollo de los acontecimientos, a falta de otra solución.

Al principio parece que no sabemos gran cosa más allá de lo que nos cuenta la sinopsis, durante bastantes páginas, con lo cual vas acumulando ganas por saber más. Cuando aparecen las pistas, no son demasiado sutiles, aunque esto ya dependerá de la sagacidad de cada lector.

Como puntos mejorables, los diálogos en entornos informales son un tanto recargados; en mi opinión quedaría más natural que esas charlas fuesen más coloquiales y desenfadadas. También me quedé con la sensación de que uno de los policías era poco perspicaz o demasiado confiado, pero supongo que de todo habrá en cualquier gremio.

Hay algunas escenas de sexo sin apenas escatimar en detalles. La línea que separa la ficción general del género erótico parece que a veces se desdibuja, aunque hay formas y formas de contar las cosas. Lo comento por si hay menores leyendo esta reseña.

El libro toca de pasada algunos asuntos de la realidad catalana, como los inmigrantes, el nacionalismo, la policía nacional frente a la autonómica, etc.

En resumen, libro entretenido y con interesante trasfondo social.

Zona spoiler:
El policía no investiga a la mujer, eso es amor ciego, vaya.
"Para algunos hombres las mujeres son sus juguetes y las utilizan a su antojo". Ya solo por el asunto del abuso sexual merece la pena su lectura, y seguro que no soy la única mujer, o incluso algunos hombres pensarán los mismo, que pensamos que la venganza a veces es la única justicia posible en ciertos casos.

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