El retrato, de Patricia Villanueva. Reseña




Género: Romance, Paranormal, Fantasía, Erotismo

Nº Páginas: 668

Editorial: autopublicado

Sinopsis:

Genevieve acaba de ser atacada en su propia casa. Por suerte un hombre interviene y logra librarla de su agresor, aunque ahora la policía es incapaz de encontrarlo, pues no ha dejado huellas ni rastro alguno de su presencia.
Al volver del hospital el sonido de un viejo retrato cayendo al suelo la alerta, rebelando la presencia de su salvador. Un hombre cuyo rostro es sospechosamente familiar. Lleva años fantaseando con él, pero no puede ser real, pues insiste en provenir del interior del retrato, haber nacido en el siglo XVII y ser presa de una maldición que le obliga a cumplir con todos los deseos de su dueña.
¿Es un sueño o acaso una treta para sumergirla en sus oscuros juegos? ¿Qué hizo para estar maldito? La atracción se vuelve cada vez más poderosa y Gene no puede evitar desearle. Y, en el mundo de El Retrato, los deseos son un arma muy peligrosa.


Este libro lo tenía en mi pila de pendientes desde ni recuerdo cuándo. Confieso que lo pillé en una promo gratis, sin saber de qué iba. Miraba la portada y de manera automática creía que trataba de algo ya trillado. Cuando al fin empecé su lectura, la sorpresa fue muy -recalco, muy- grata. Hay temas que obviamente suenan a otras historias, como puede pasar en cualquier libro, pues no es el primero que trata de maldiciones, hechizos, ni amores complicados, pero el resultado sorprende y es más que digno, sobre todo para ser el primer libro de la autora. Pero vayamos por orden.

En primer lugar tenemos las dedicatorias, que no sé qué reserva Patricia para cuando gane un premio literario :P Bromas aparte, empieza la historia y nos transporta al mundo de Gene, una chica que regresa desde Madrid al hogar de su infancia en Inglaterra tras recibir una triste noticia. Al mismo tiempo, saltamos al siglo XVIII para ser testigos de las desventuras de un prisionero. La chica está sola en una casa antigua y grande, y tras un desagradable suceso que está contado con mucha tensión narrativa, los caminos de ambos personajes se entrecruzan y realidad y magia conviven con naturalidad. Si lo tuyo es el romance mezclado con fantasía, este libro te va a encantar.

No destripo nada que no cuente la sinopsis, que por suerte no leí previamente y así me llevé la sorpresa. La chica es rescatada del ataque por un chico, pero no por uno cualquiera.. Su salvador es un hombre salido de un retrato antiguo, de ahí el título de la novela. Y ella por supuesto que lo conoce, al menos en sus fantasías más inconfesables.

¿Qué harías tú si surge de un cuadro de la pared un tipo macizo que nació hace 300 años y con el que llevas años fantaseando? El punto de partida es original y atrapa, yo desde luego me lo leí con auténtico deleite durante la mayoría de sus páginas. ¿Dónde venden a uno de esos tipos o ese tipo de cuadros? :P 

Pero claro, esto no es un simple chico conoce chica, que casi 700 páginas dan para mucho más. ¿Será todo tan idílico como en la imaginación de Gene? ¿Está ella preparada para un romance ahora que intenta recuperarse de una gran pérdida? Pues tendrás que leerlo para saber todo eso, claro.

Entre los personajes secundarios hay varios muy logrados; me gustó sobre todo Sam, el médico, esa especie de figura paterna con su peculiar forma de ser, sus maneras caballerescas y su perspicacia. Y es que en este libro se habla de temas como la amistad, el valor de la gente que te cuida, y varios asuntos más, como la venganza, los prejuicios y otros que te animo a descubrir.

Me gustaron los toques de humor producidos por el choque entre épocas: "ella abrió un mueble blanco con una luz y sacó una pizza". 

Excepto alguna errata, el texto me pareció impecable y de alto nivel gramatical. Hondas en vez de ondas, entorno en vez de en torno, habría con hache y cosillas así. O esta frase:

Se les agotaba el tiempo, no era finito... Será infinito más bien ;)

La historia avanza hacia delante y se mezcla con flashbacks de la vida de Erik (el guapetón del cuadro), que nos ayuda a entender la profundidad de este personaje, tanto acerca de sus obsesiones sexuales como de su personalidad general. Y del apartado sexual voy a hablar a continuación.

El libro contiene escenas de alto voltaje bastante explícitas, como advierte la autora en el tierno detalle de alertar a su abuela en las dedicatorias :D Y la verdad es que Patricia monta unas escenas eróticas que te hacen sentir como que estás presente, son de lo más intenso del libro, a pesar de que hay otros momentos igual de intensos pero con ropa puesta.  

Dada la naturaleza del hechizo, la relación entre ambos parece encaminada en una dirección, pero ninguno está muy dispuesto a que sea esa. Ojo, que viene un mini spoiler. La prota critica ese tipo de relación porque convierte al hombre en objeto pero resulta que cuando él le inmoviliza las manos a ella por encima de la cabeza, eso ya encaja y es lo correcto. 

Eres la dueña de mi voluntad. Puedes hacer conmigo todo cuanto se te pase por la cabeza y nadie lo sabrá jamás. Sin consecuencias. Sin dar explicaciones. Sin arrepentimientos. Tienes el poder de doblegarme, de usarme y desecharme. ¿Por qué no lo haces?

Por momentos me temí otro rollo 50 sombras parte enésima-mil, dados los antecedentes de Erik, pero aunque algo de eso hay, no es el enfoque principal, y para despejar dudas acerca de la amplitud de miras de la autora ante cualquier opción sexual, tenemos un relato de los que podéis leer en su web, que contiene estas frases: Es la sociedad. Todo lo que se salga de la postura del misionero y algunas más es considerado “anormal”. Pero no es así.

Erotismo y luchas de poder sexual aparte, el dibujo de los personajes va más allá de lo carnal, ahonda en sus emociones, en sus temores, en sus esperanzas y preocupaciones, desgranando con sumo cuidado todo eso, tanto en ella como en él, hasta que vamos pillándoles cariño y necesitamos que acaben juntos porque la historia es lo suficientemente bonita para que así sea. Pero la vida tiene sus vericuetos y pasaremos muchas páginas sin conocer el destino final de esta pareja. La chica que fantasea desde siempre con ese hombre que imagina perfecto, como su salvador siendo niña y luego ya con connotaciones propias del cambio hormonal de la adolescencia, y ese sujeto varonil que levanta suspiros y que bajo su capa de dureza esconde inseguridades como todo hijo de vecino, forman un tándem de esos que se te quedan grabados hasta mucho después de cerrar el libro. 

Resulta destacable la primera escena erótica. La autora se recrea y desmenuza cada pensamiento y emoción de los personajes tomándose su tiempo durante muchas páginas, sin prisas, sin ir al grano ni buscar el morbo fácil. 

Hay más trama aparte de la relación de los protagonistas, que vamos viendo con cuentagotas con la dosis justa para mantener la intriga hasta el final. Patricia se preocupa de atar cabos sueltos y de explicar todo, no obstante, hay algo que no me quedó del todo claro, como comento en el spoiler.

En resumen, una notable historia de amor con connotaciones de fantasía que resulta muy agradable de leer. 

Spoiler:

No entendí del todo esa especie de reencarnación final, aunque me pareció muy buena pista lo del novato. ¿Nace otra vez, se mete en otro cuerpo...? Quizá falten un par de sencillas explicaciones para redondear esa parte.

Índice medio de felicidad, de David Machado. Reseña



Género: ficción contemporánea, drama, humor

Editorial: Barret

Sinopsis:

¿En una escala del 0 al 10, ¿cómo de feliz te sientes con tu vida en su conjunto?

A Daniel le ha golpeado con dureza la crisis económica en Portugal: ha perdido su empleo, cada vez tiene más dificultades para pagar la hipoteca y su mujer se ha mudado junto a sus hijos a Viana do Castelo en busca de oportunidades. Para colmo no puede contar con sus mejores amigos, Almodôvar está en la cárcel y Xavier, depresivo y con fobia a salir a la calle, está encerrado en su casa obsesionado con las estadísticas y con el fracaso de una web que crearon para ofrecer y recibir ayuda. A pesar de todo Daniel no pierde la esperanza de cumplir el Plan que ha trazado desde hace años para ser feliz, sin embargo todo se vuelve más complicado cuando Vasco, el hijo de Almodôvar, se mete en problemas.

Esta tragicomedia lusa en tiempos de crisis económica contiene interesantes reflexiones acerca de muchos temas que nos incumben a todos, a saber: las crisis vitales, el sentido de la vida, el secreto de la felicidad, etc. Los personajes no son muy numerosos pero están bien perfilados los principales: el amigo ermitaño, el adolescente perdido, los niños de Daniel que buscan su sitio en un mundo que deja poco margen para la esperanza.

La narración se plantea como un largo monólogo imaginario entre el protagonista y su amigo que está en la cárcel, quien actúa como una especie de voz de la conciencia para él. Un punto original es que no hay diálogos sino frases con punto y aparte. Al principio se hace raro pero luego te acostumbras y la verdad es que encaja con el ritmo del monólogo. Los capítulos se refieren a los índices medios de felicidad de diversos países, que van oscilando acorde con la situación de Daniel.

El libro logró el Premio de la Unión Europea para la Literatura en 2015 y llega en 2020 su versión en español. Es un libro correcto desde el punto de vista gramatical, aunque en la traducción se cuela alguna errata tremenda como esta: calló de rodillas. También hay una palabra mal escrita en la sinopsis de amazon y en la contraportada falta un signo de interrogación. Teniendo en cuenta que hay una editorial detrás, qué menos que tener todos esos detalles perfectos.

A Daniel la vida lo pone a prueba una y otra vez, y como si no tuviera suficiente con lo suyo, se ve en la tesitura de escoger entre salvar su propio pellejo o tratar de salvar el mundo, o al menos el de sus conocidos. Y así, este peculiar héroe contemporáneo irá decidiendo sobre la marcha si su Plan tiene vigencia o si se conforma con ir tirando. 

El libro combina drama y humor con el equilibrio correcto para tratar una situación de esas que le puede pasar a cualquiera cuando menos te lo esperas, y es que el mundo está en constante cambio y lleno de incertidumbre, como nos recuerda los tiempos de pandemia actuales. Todo cambia y debemos reaprender hasta lo básico. 

El protagonista ronda los 40 años y pierde su empleo, y tal como reflexiona en su monólogo, "parece que pierde valor como persona y eso no está bien". Pero a pesar de todo mantiene la esperanza y nos hace cómplices de su viaje en busca de sí mismo, con un tramo final que por desgracia no me resultó tan sorprendente tras descubrir que había película portuguesa sobre el libro. Espero que tengáis la suerte de no saber nada de eso antes de leer el libro.

En la contraportada del libro en papel dice que es una novela intensa, cinematográfica y llena de ritmo. Sólo vi el trailer, que parece bastante fiel al argumento, pero creo que este libro contiene más reflexión interior que ritmo, aunque sus 300 páginas se leen a buen paso y no falta, digamos, acción. En ese sentido se parece a otras películas similares, como comento en el spoiler. Yo prefiero quedarme con las acertadas reflexiones vitales que contiene. A modo de ejemplo dejo un par de ellas:

No deberíamos necesitar días malos para valorar los buenos. El aquí y el ahora nunca son suficientes, porque no aceptamos menos, porque queremos siempre más.

Era agradable estar en esa oscuridad. La luz exige demasiado de nosotros.

En resumen, un libro recomendable que deja testimonio para generaciones venideras acerca de cómo está el mundo en este principio de siglo.

Spoiler

Me gustó cómo el niño pequeño sufre el conflicto filosófico entre renunciar a todo deseo y buscar la felicidad en un juego virtual que absorbe toda su atención, provocando el principal momento de tensión en el tramo final del libro.

Los libros del estilo road-movie no son ya tan originales; lo de encontrarse a sí mismo con el gesto de coger carretera y manta ya está un poco visto, aunque al menos aquí no se mitifica tanto y la mayor parte del tiempo se observa de forma poco poética rozando la parodia. Al fin y al cabo, de tanto conducir te entran calambres, como le pasa a Alípio y tiene poco interés hacer miles de kilómetros viendo carreteras parecidas. Es un viaje del que se arrepienten todos en algún momento pero que al final les cambia la vida, no por el trayecto o por la misión, sino por el hecho de haber tomado la decisión y de ser capaces de tomar las que sean oportunas de ahí en adelante.