Reseña: La piedra de siete ojos, de Miriam Conde




Género: aventura, novela histórica, misterio
Nº páginas: 334

Sinopsis:
La piedra de siete ojos relata la historia del más sensacional hallazgo arqueológico de los últimos tiempos, el candelabro de siete brazos del Templo de Jerusalén, la Menorah de oro descrita en la Biblia.
La aventura comienza en la Roma imperial del siglo IV, a punto de sucumbir a la invasión bárbara. El candelabro, llevado allí por el general Tito tras la conquista de Jerusalén, comenzará un nuevo viaje que lo conduce a la península ibérica.
Pasan los años y es olvidado, hasta ser descubierto en el siglo XIV por el tesorero del rey Alfonso XI de Castilla, Micer Jucef, de origen judío.
Un descendiente del tesorero, un médico llamado Ben Leví, lo reencuentra en Valladolid, en el incierto año de 1492. Perseguido por una fanática hermandad se verá obligado a esconderlo de nuevo. Tras la expulsión de los judíos de Castilla y Aragón, se pierde toda noticia de la sagrada reliquia...
Amelia Galván, una joven arqueóloga, ve interrumpidas sus vacaciones por la súbita muerte de su inquilino. Entre los objetos del muerto encuentra unas fotos con un extraño grabado, que hacen que comience a investigar.
Se suceden así una serie de descubrimientos señalados por la piedra de siete ojos. Pistas halladas por internet, arcanos de la Cábala y pergaminos con textos secretos nos conducen por las rutas de la antigua mesta a distintas capitales del reino de Castilla.
En esos mágicos lugares, Amelia, junto con sus colaboradores, va encontrando nuevos fragmentos del enigmático rompecabezas, hasta llegar a un final sorprendente.
Como se puede entrever desde la sinopsis, en el libro ocurren muchas cosas y en épocas históricas diferentes. A veces es novela histórica pura y dura y, a la vez, se mezcla con aventuras. El género histórico tiene, como todo, sus aficionados y sus detractores. Quizá le resulte árido a ciertos lectores sentirse en una lección de historia, pero son menos las páginas en las que pueda suceder esto, pues la narración es siempre amena, correctísima, y despierta el interés por saber cómo se enlaza todo.

A mí personalmente, sin desmerecer el resto, la parte de la protagonista contemporánea me atrajo especialmente. Es una chica prudente y "clásica" que a veces parece que no quiere toser por no molestar pero que irá evolucionando a la fuerza cuando se vea inmersa en una aventura arqueológica, que no la convierte en una especie de Indiana Jones, pero que tampoco le dejará aburrirse ni por un instante.

Las erratas son mínimas, la redacción tiene un nivel notable, sobre todo para ser la primera novela de la autora. Quizá algunos diálogos son excesivamente formales dadas las circunstancias, pero en general está todo bien engarzado. Ya reseñé de la misma autora por aquí El correo de Napoleón. Veo entre ambas el paralelismo de unas protagonistas que no buscan problemas sino que los problemas las encuentran a ellas xD Y saben sacar fuerzas de flaqueza, lo cual es de agradecer, pues siempre es positivo que haya modelos de mujeres luchadoras en la literatura.

La división de capítulos es casi una novela corta cada uno, echo un poco en falta una subdivisión en cambios de escenario o algo así. Esto es una simple manía mía, que suelo leer antes de dormir y no me gusta dejar un capítulo a medias. Por otra parte, se agradece que cada apartado histórico se desarrolle así en vez de alternar épocas y marearnos con tanto salto temporal. Cuando en un libro hay diversos escenarios temporales, cuesta un tanto ir cambiando, porque te acostumbras a unos personajes y a una historia y descoloca un poco ir a otro punto que poco tiene que ver. Aquí, como digo, eso no ocurre, por suerte.

La trama, centrada en una reliquia famosa, nos lleva con naturalidad del momento de la caída de Roma al siglo actual y de vuelta al siglo XIV, etc. Es como leer varios libros en uno y la autora se desenvuelve con la misma soltura en todos, ajustando el modo de narrar al momento histórico. No es que utilice castellano antiguo, pero a veces poco le falta.

De manera minuciosa, se va montando cada pista y cada pieza del entramado, de forma que la protagonista, Amelia, casi se enfrenta  a una yincana en pos del candelabro. Esa parte del libro está narrada en primera persona, en contraste con la tercera del resto. Hay ciertos toques feministas de actualidad, como el entorno laboral machista. Y también hay algo de romance (más en el spoiler).

En resumen, un entretenido y logrado libro acerca de una joven arqueóloga que busca entusiasmada el hallazgo de su vida o, más bien, el hallazgo se cruza en su camino, en una aventura que la cambiará para siempre.

Spoiler:
No sé si recordáis aquel anuncio; si un desconocido te regala flores, eso es impulso. Pues algo parecido ocurre con el desconocido que casualmente aborda a Amelia, sólo que en vez de impulso podríamos decir, aquí huele a chamusquina. Es un pelín predecible lo del príncipe que sale rana, pero bueno, tampoco quita interés a la historia.

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