De Profundis, por Oscar Wilde. Reseña


Género: ensayo, epistolar, no ficcion

Sinopsis:
En esta larga carta que dirigió desde la cárcel de Reading a su amante lord Alfred Douglas, se revela la parte más viva y más honda no sólo de su clara inteligencia sino también de su compleja personalidad humana. De Profundis marca el punto culminante de la vida y filosofía personal de su autor y evidencia cómo todas las experiencias adquirían para él significado artístico.

Oscar Wilde tiene muchas obras famosas de género diverso. Tenemos, por ejemplo, la archiconocida novela El retrato de Dorian Gray o El fantasma de Canterbury, aparte de obras de teatro y relatos. Esta obra es totalmente diferente a las demás, puesto que se trata de una serie de cartas personales que dirigió a su amante desde la cárcel, en la que acabó debido a la campaña de acoso y derribo por parte del padre del joven a causa de la relación homosexual entre ambos. Las cartas son más bien un diario puesto que no tenía permitido comunicarse con el exterior, y por suerte no se perdieron cuando recuperó la libertad. Toda la inteligencia y maestría que Wilde demuestra en el resto de sus libros se encuentran también en este, a la vez que descubrimos su lado más íntimo y personal. 

Son unas cartas llenas de lucidez, que nos meten de lleno en la mente del amante despechado, de alguien que amó, quizá demasiado, a alguien a quien idolatró sin motivo, tal como llega a reconocer en algún momento. Y desde luego se adivina que el autor le daba cien vueltas al otro en cuanto a nivel intelectual y también a la hora de saber perdonar la crueldad frívola de un chico que no encuentra ya atractivo a alguien caído en desgracia. Con todo el tiempo libre que le daba el estar recluido y haciendo una especie de terapia al poner por escrito todo lo que le rondaba por la cabeza, Wilde logra una obra única y excepcional en torno al mal de amores: por qué se produce, cómo hacerle frente, lo lógico y lo ilógico de la situación, los sentimientos que se desbordan y mucho más, que casi se puede leer en clave de libro de autoayuda.

Oscar Wilde era inteligente y pasional, tal como resume una de sus célebres citas: la mejor manera de enfrentar la tentación es caer en ella. Y por eso mismo, o quizá porque al salir de prisión se vio como un apestado social, volvió a caer en brazos del hombre por el que acabó encerrado. Pero todo ello no le quita valor a este valioso testimonio acerca de los demonios amorosos que a cualquier humano acechan en algún momento de su vida. Altamente recomendable, sin duda.

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