Demócrata por conveniencia, de G. G. Velasco. Reseña



Subtítulo: Diario irreverente de unas elecciones sin elección
Género: humor, sátira
Editorial: autopublicado
224 páginas

Sinopsis: Un joven en paro consigue un trabajo de repartidor de propaganda electoral. Comienzan así las andanzas de este rebelde anti sistema que aprenderá de primera mano los tejemanejes que se gastan en los partidos, sobre todo en campaña electoral.

Con todo lo que habían luchado nuestros mayores por la democracia -un decir, pues el tirano había muerto de viejo en la cama-, solo faltaba que ahora nosotros no lucháramos a brazo partido para que llegara convenientemente ensobrada hasta el último domicilio.

La ironía campa a sus anchas por este libro, que dispara a las tripas de la podredumbre democrática, provocando carcajadas a ratos, a la vez que escalofríos al atisbar la fea realidad en un suerte de espejo social.

Me recordó a veces a Tom Wolfe con su humor cáustico e irreverente. Contiene alguna inevitable errata pero en general está bien escrito, a pesar de que faltan bastantes guiones intermedios en los diálogos.

Quítate tú para ponerme yo, qué malo es el otro y que bueno soy yo, la gente que se lo quiere creer todo, los votos por inercia o por tradición familiar (o su caso opuesto, por rebeldía).... Situaciones que nos suenan a todos y un panorama vigente, por desgracia, a pesar de que la acción se sitúa varios años atrás. Está basado en hechos reales, algo que siempre añade un plus de interés a una historia. 

El libro entretiene, aunque eché en falta algo más de "conflicto" en la trama, sobre todo en la parte del mundillo político, en vez de centrarse en el protagonista, pero al fin y al cabo, asistimos en paralelo a un retrato generacional aparte del asunto de la democracia con todos sus puntos oscuros: una juventud desencantada que comprueba que tener cuatro másters solo conduce a acabar fregando platos, y tristemente no es un ejemplo descabellado. Visto así, el problema de la abstención en las urnas quizá sea el gran conflicto democrático, más allá de despilfarrar en propaganda que nadie lee. Quizá falta esa voz en la historia, esa corriente de opinión: si no participas, no puedes criticar; ya que te infiltras, haz algo, etc. 

Lo interesante del libro es que da pie al debate. Yo, a título personal, propongo como alternativa algo así como un sistema piramidal de asambleas de barrio, para dar más voz a la gente, de verdad, no solo cada 4 años, y que sea un derecho y un deber, aunque viendo cómo se las gastan en una simple reunión vecinal, miedo da... Eso sí, ¿para cuándo un sistema de votación mediante huella dactilar y recuento automático? Que lo de las mesas electorales me parece maltrato puro y duro xD

En resumen, un libro de ficción, pero no tanto, que te gustará si te interesa la política y también si te provoca alergia, para que reflexiones, o para que simplemente pases un rato de lectura agradable.

1 comentario:

  1. Hola, este libro no me atrae mucho, creo que lo dejaré pasar. Gracias por la reseña.

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