Si
en la reseña anterior hablaba de detectives en el medievo, esto va
de un detective en la antigua Roma. Conocí al autor de casualidad en un
acto al que acudí de puro compromiso pero que al final mereció la
pena por el gran descubrimiento. Él intervino durante unos
escasos diez minutos, haciendo una especie de presentación, y
recuerdo que pensé: ¿pero quién es este hombre tan ingenioso y
culto? Cuando me enteré de que encima era escritor, fui corriendo a
buscar sus libros, y menudo descubrimiento.
Joaquín
Borrell es notario -aparte de escritor con algunos premios literarios
a sus espaldas- y según cuenta, eso le da un conocimiento amplio de
la naturaleza humana, de manera que utiliza ese bagaje para los
personajes de sus libros. Creo que eso es algo que casi todos los
escritores hacemos, y por supuesto que observar al prójimo es una
fuente inagotable de inspiración. Tiene publicados varios libros de
género histórico, y este no es el único ambientado en el Imperio
Romano.
El
protagonista es un exquiriente, es decir, en aquella época tiene la
extraña y pionera profesión de descifrar misterios. Un detective,
vaya, cuando ni existía la palabra y probablemente tampoco el
trabajo, al menos reconocido y remunerado. Lo cierto es que él no
busca dedicarse a eso pero acaba metido ahí por casualidad. Ya desde
el planteamiento, cuando un libro te sorprende por semejante
originalidad, no hay manera de desengancharse. El humor que destila
el libro es incomparable, es el mismo tono irónico que reconozco en
la persona detrás del escritor. Ojo, que no es por hacerle
publicidad ni nada, porque ni aquel día ni ningún otro lo traté en
persona; lo que quiero decir es que no siempre tenemos la ocasión de
ver en persona a un escritor que admiramos, y a veces es lo mejor, ya
que no siempre un escritor ingenioso lo es en su vida diaria y por
tanto se te cae un mito, jaja.
De
esa ironía se beneficia el libro, que no solo te transporta al
corazón de la Roma antigua, sino que lo hace en un recorrido lleno
de eventos inesperados, con unos personajes muy interesantes y todo
aderezado con un fino humor que hace de la lectura de este libro un
viaje maravilloso al pasado. La relación entre el protagonista y su
esclava daban para una continuación, y así ocurre en el libro La
esclava de azul. Entre medias publicó El escribano del secreto,
ambientado en la época de la Inquisición española, con un tono más
serio y quizá demasiado centrado en juicios y asuntos propios de los
estudios de Derecho del autor, pero igualmente recomendable. Espero
seguir leyendo sus demás libros, estoy casi segura de que no me
defraudarán.
¡Hola, Ana! Este no es el tipo de libros que suelo leer, pero no descarto echarle un vistazo cuando tenga algo de tiempo. Me alegro que te haya gustado.
ResponderEliminarUn besote
Yo te lo recomiendo si te gusta el humor y las historias que no puedes dejar de leer :) Ains qué me vas a contar de falta de tiempo, me gustaría multiplicarme, pero por mí misma varias veces xD
EliminarBeso