Soleá, dame la mano. De Alberto Álvarez Campos. Reseña.




Editorial Alfar, Año 2021, 274 páginas.

Género: thriller, policíaca, suspense.

Sinopsis:

Un disparo a los pies de un gran árbol y una foto antigua como testigo.
En realidad, los caminos de quienes habían llegado allí se habían iniciado muchos años atrás. Un relato narrado en tres momentos temporales previos a apretar el gatillo: Treinta años, una semana y doce horas antes.
Un puzle dramático, y sus piezas esparcidas en el tiempo.
El recién ascendido a inspector, Diego Aguilar, se enfrentará en su primera semana a un caso poco usual: el secuestro de una pequeña de cuatro años. Sin embargo, algo parece no encajar cuando no hay petición económica por el rescate y la única pista es una extraña carta escrita a pincel. Una segunda carta de idénticas características aparecerá un día después en el pecho de un hombre asesinado, sin ninguna relación aparente con el secuestro o la pequeña. Con cada hallazgo la solución parecerá más lejana y, cada veinticuatro horas, la vida de alguien estará en juego.
Mucho tiempo atrás, una mirada azul era capaz de cautivar allí donde mirase.
La angustia y el suspense se apoderan de cada línea en este thriller con la ciudad de Sevilla como escenario de fondo, en el que la justicia, o su ausencia, es la auténtica protagonista.
En Soleá, dame la mano realidad y ficción se unen para revelar un misterio encubierto que acabaría con el régimen establecido, el cual muchos aspiran a conocer, y del que los implicados huyen horrorizados.
Silencio. Quiero que sepas por qué.


Comienzo esta reseña comentando aspectos en los que no me suelo detener. Para empezar, la portada. Es bonita a la par que arriesgada. La mitad superior es un espacio en blanco y en la otra mitad, sobre fondo gris, se destacan un par de siluetas, y el resto más bien se adivina. Parece como si el terreno misterioso sobre el que se asienta la novela se extendiese también a la portada. Para los conocedores de Sevilla y su Semana Santa no resultará complicado entender las imágenes, al igual que ocurre con las bonitas ilustraciones del comienzo de cada capítulo. Por tanto la portada me parece original aunque la principal pega que le pongo es el tamaño de las letras, que en el caso del autor ya es directamente para usar lupa. 

En cuanto al título en sí, para los no iniciados en la música semanasantera, hay que aclarar que se trata de una marcha (música que tocan las bandas que acompañan a las procesiones o pasos). Soleá se refiere al nombre de Soledad, pero tampoco me voy a extender sobre la historia de la marcha. Simplemente lo comento porque entiendo que el título podrá causar desconcierto entre muchos lectores ajenos a estos asuntos.

Continuando por la solapa del libro, me llama la atención que la editorial destaque el éxito del autor en redes sociales: un gesto de marketing que refuerza mi impresión de que el negocio literario cada vez se centra más en lo vendible que resulta un libro más allá de su calidad, y con esto no digo que le falte a este. Aparte de su calidad, el libro contiene una serie de ingredientes que hacen de él un producto vendible, sobre todo para los sevillanos y admiradores de la ciudad y su "fiesta grande". Si además viviste la tristemente famosa Madrugá del año 2000, te interesará aun más. 

Me llama la atención, dada la edad del autor, que aborde unos acontecimientos que no le pillaron con plena conciencia de los hechos. Pero me parece un tema que no deja de tener actualidad por lo extraño del suceso y porque quedó sin resolver. Para los que no sepan de qué trata todo esto, el resumen es el siguiente. Durante la madrugada del jueves al viernes santo en Sevilla, ese año cundió el pánico por la ciudad durante el transcurso de las procesiones, produciéndose carreras de muchedumbres descontroladas y avalanchas que, curiosamente, no produjeron ninguna víctima mortal. Teorías hubo muchas y ninguna concluyente. De todos modos, no es la única base del libro, y si quieres encontrar una teoría novedosa acerca de aquello... más en el spoiler.

Una de las primeras cosas que destaca en el libro es la estructura, a base de fragmentos de tiempo que no siguen un orden cronológico, conformando un puzzle que al principio resulta desconcertante. La acción se desarrolla principalmente a caballo entre los años 90 y la actualidad, y no sé si fue exceso de optimismo o intención de crear una distopía, pues en este 2021 no hubo Semana Santa, al igual que ocurriera en 2020, debido a la pandemia. Si queda en el terreno distópico, encaja bien con esa especie de trama paralela que casi pudo haber ocurrido en realidad en la madrugá del 2000.

El estilo narrativo es correcto, con mínimos errores como la falta de alguna tilde y puntos. Quiero destacar que se lee del tirón y que te deja con ganas de enlazar capítulo tras capítulo. En cuanto a la trama, está bien urdida, aunque si conoces el mundillo cofrade, enseguida vas a sumar dos más dos, sobre todo si eres un "capillita". Yo no lo soy, pero aun así, con la primera carta ya tuve mis sospechas, y en la segunda fue una certeza. Pero vaya, para el lector promedio será tan difícil de descifrar como para el inspector. 

Hablando del inspector, se trata de un interesante personaje que posee cierta complejidad psicológica que lo aleja del típico personaje plano, y que evoluciona gracias a los acontecimientos de la historia. Pues la novela, aparte de ser un thriller, contiene un mensaje de fondo que se resume en una de las últimas páginas y que comento en el spoiler. El resto de los personajes está bien dibujado en general, destacando el otro protagonista, que provoca empatía y rechazo a partes iguales. 

La historia de amor y familia feliz es demasiado intensa y casi idealizada, en la línea de Bécquer, por nombrar a otro sevillano, pero no cabe duda de que a ratos emociona. Pero no es ese uno de los autores de los que se nutre este libro. Pérez-Reverte se menciona unas tres veces, más otra en las notas finales. 

En resumen, un thriller ambientado en Sevilla que se lee con agrado y que, a pesar de pequeños detalles que no le restan mérito, da como resultado una historia que leí sin saltarme una coma. Un libro interesante que me enganchó como no lograba hacerlo otro desde hacía tiempo.

Spoiler:

Tuve que repasar las noticias del suceso pero no, en la madrugá de 2000 no hubo ningún fallecido, sólo heridos, o eso dijo la versión oficial... Sagaz pues la teoría de una muerte encubierta, y dado el panorama de corruptela que sacude a políticos y altos cargos en los últimos tiempos, no parece tan descabellada. 

Te quedarás con las ganas de descubrir nuevas teorías acerca de aquella noche, pues aquí se despacha con "todos saben lo que pasó pero nadie lo dice". Yo esperaba alguna revelación confidencial xD

Los coches de antes duraban veinte años fácilmente, sin embargo, la paga vitalicia que emplea en comprar todo el edificio bien le hubiera servido para renovar automóvil. Cerrar la puerta sin despertar a la niña es casi imposible, incluso con los coches actuales. 

Pero el momento menos creíble de la historia es la escena en la que en medio de una muchedumbre en silencio delante del paso del Gran Poder, se ponen a hablar e incluso a apuntarse con un arma, con lo mirona que es la gente en mitad de una bulla sin nada mejor que hacer y que te sisean en cuanto oyen un susurro xD

El yonki vive nada menos que en Los Remedios, que por muy en decadencia que esté el barrio, es un dato que no me termina de cuadrar.

El mensaje de fondo que comentaba antes es este: "toda decisión tiene consecuencias y el único honor reside en tener el valor suficiente para atreverse a tomar una u otra: el conjunto de elecciones que dibujan lo que somos."

El autor mete un cameo suyo en las páginas finales, que es algo que me suena siempre a megalomanía, pero al menos aquí el personaje opina que su anterior libro no era demasiado bueno xD

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