Reseña: La chica que susurraba a las vacas (y no estaba loca), de Dara Meier




Sinopsis de la autora:
Estimados lectores/as:
Es muy difícil dar una descripción medianamente comprensible -y cuerda- de un libro donde coinciden una chica que habla con vacas, un jugador de fútbol americano con demasiado ego y al que le encanta gritar, una sexagenaria de armas tomar, un rancho texano donde la cordura brilla por su ausencia, unas vacas que actúan como cualquier cosa menos como lo que son...
Entre tanta locura también hay amor de todos los tipos, fraternal, amistoso, pasional, irracional, bovino, equino-bovino, humano-bovino... A gusto del lector, señoras y señores. Ah, sin olvidar tampoco los desengaños de toda índole, las segundas oportunidades, la lucha por conseguir lo que queremos, la superación de las duras situaciones que nos encontramos a lo largo de la vida... 
Si nada de esto te ha terminado de convencer o, al contrario, te mueres de ganas de saber qué demonios escribí, prueba a leer la historia de Candela y King. Si te convence, bienvenido/a al club de los Meierianos, y si no es así... ¡A Dios pongo por testigo que un día lo conseguiré! (como comprenderéis hago las cosas a conciencia y esto lo digo con brazo en alto y bolígrafo en ristre, que la zanahoria que me quedaba la puse en la ensalada)
¡Buena lectura!


Opinión:

A nuestra protagonista, Candela, le ofrecen 100.000 euros por ir a tratar un problema con el ganado en Texas, y de hecho cobra por adelantado. No, no es ciencia ficción... solo humor. Robert Redford le susurraba a los caballos y ella, a la vacas. Es de esos libros que de entrada llaman la atención porque suenan a original y diferente.


Tras llegar a Texas y conocer a su anfitrión, el musculoso cretino llamado King, asistimos a un divertídisimo combate de boxeo dialéctico entre ambos en el que queda claro que la chica no se corta un pelo ni se deja avasallar por el ego hinchado del propietario del igualmente hinchado cuerpo del texano.

Lo primero que destaco es que está correctamente escrito, porque cada vez tengo menos paciencia con esas cosas. Qué menos que pulir tu libro para que esté perfecto y el lector no se distraiga con las faltas de ortografía. Hay alguna errata, pero nada grave:

Si hay que me caracteriza (falta "algo" detrás de hay)
"porqué" no se escribe junto sin "el" delante

Es humor, como digo, y sobre todo romance. En ciertos aspectos es un poco típica pero en otros no tanto. Y es que las historias de amor-odio dan mucho juego desde que Jane Austen pusiera la primera piedra en Orgullo y prejuicio. La tensión sexual entre los protagonistas se mantiene durante gran parte de la historia:

Él va un par de pasos delante de mí, lo cual me permite recrearme la vista unos metros. 
–¿Eres consciente de que sé que me estás desnudando con la vista? –dice sin girar siquiera.

King es, en apariencia al menos, el típico creído que está buenorro de la muerte y además lo sabe. Sin embargo, ella mantiene un férreo auto-control ante sus encantos, por motivos ocultos que al principio no comprendemos. Es decir, resulta poco creíble que dos treintañeros solteros compartan espacio e incluso cama durante meses y no ocurra nada sexual. Pero es la forma de mantener esa tensión que nos regala momentos memorables de pura comedia romántica con un toque ácido:

–¿Sabes en qué se diferencian tu opinión y la comida china? En que la comida china la pido.

Candela reta constantemente al bravucón de su jefe, King, y le da unos cortes verbales que logran lo opuesto a su intención de alejarlo de ella:

Eres como un buen trago de tequila. Quemas pero siempre se quiere más.

Lo de chico millonario pero solitario, a pesar de que le sobre sexo, da también mucho juego. Me recuerda a Ryan Gosling en Crazy Stupid Love, un mujeriego empedernido y podrido de dinero que se enamora de la prota porque no se lian de buenas a primeras. Es uno de esos eternos debates sobre el amor y sobre las diferencias entre hombres y mujeres, como lo de que ellos dan amor para conseguir sexo y ellas lo hacen a la inversa. Pero en fin, lo de leer romance a veces es el equivalente a la ciencia ficción en las relaciones, con historias donde ellos dicen y hacen cosas que difícilmente hará un hombre de carne y hueso. Este libro en concreto bebe también de eso pero sin ser un cuento rosa y el final te hace plantearte qué harías tú en el lugar de ella.

Yo la recomiendo sobre todo porque tiene momentos hilarantes, es como una especie de Jane Eyre en versión humoristica: jefe y empleada en apariencia incompatibles, terceras personas, etc. Si es que todo está ya inventado en los clásicos :D 

Ah, y el tema de las vacas... pues divertido también, aunque no sea el asunto principal de la trama.

Si buscas lectura veraniega ligera, esta simpática historia te hará pasar buenos ratos, sobre todo si te gusta el género Romance.

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