Este
libro fue publicado en 1678 en Francia y narra la historia de “amor”
entre la princesa de Cleves y el señor de Nemours. Ahora explicaré
por qué escribo amor entre comillas. Está considerada la primera
novela psicológica francesa, porque indaga en los pensamientos y
sentimientos de la protagonista. Ella está casada, con un hombre por
el que no siente pasión pero al que le debe fidelidad por su
contrato matrimonial. Entonces conoce al señor de Nemours, que es un
tipo realmente atractivo y poco más, porque de su carácter no
tenemos gran idea. Y lo poco que deja ver, a través de sus actos, no
lo sitúa en buen lugar, ya que es bastante bocazas y fanfarrón.
Hay
que situarse en la época para hacerse una idea de cómo eran las
cosas en otros tiempos. La pasión que siente ella se forja
básicamente en su imaginación, casi por miraditas en plan
adolescente y un par de palabras, ya que había que mantener las
apariencias. Pero ojo, el libro no va de infidelidades. Porque esta
historia a mí me pareció muy original y rompedora, por lo que voy a
comentar del “amor” entrecomillado.
La
autora hace una especie de ensayo acerca del amor romántico e
idealizado, y la verdad es que no deja títere con cabeza. Cuando leí
el libro, hace bastantes años, pensaba en la pobre esposa atrapada
en un matrimonio aburrido y esperaba que huyera con su enamorado, ya
que no existía el divorcio todavía (llegó con la Revolución
Francesa del siglo posterior). Pero aquí no existe el “vivieron
felices y comieron perdices”. Es una novela anti-romántica, que
llega al fondo de la naturaleza humana con agudeza y de forma
implacable.
En
cierto modo me recuerda a Las amistades peligrosas, sobre todo cuando
uno de los personajes dice “lo único que me extraña es lo poco
que cambian los hombres”. Y es que en ese sentido, parece una
novela contemporánea. Porque todavía hay hombres que, si no lo
cuentan, no son felices. Van de conquistadores y lo único que les
interesa es pavonearse delante de los amigos. Y ya está el conflicto
armado por culpa de la indiscreción de él y la de ella, que se va
de la lengua acerca de algo que en realidad es puro humo, una simple
burbuja de jabón que se rompe al primer contacto con la realidad.
Así es el “amor” de muchas mujeres, que solo existe en su
cabeza. Nuevamente, tenemos un toque muy contemporáneo, o
directamente atemporal, sobre asuntos que parecen no cambiar nunca.
El
final no lo voy a destripar, pero en su momento me sorprendió a la
vez que me abrió los ojos. Porque este libro, más allá de que sea
romance o no, yo lo recomendaría como un libro de autoayuda jaja.
Cuánta gente sigue opinando que es lícito y justificable sufrir por
amor y cuántas veces crees morirte de obsesión por una persona que
al cabo de cierto tiempo no vuelve a aparecer en tus pensamientos. De
todo ello se habla en este pionero libro sobre los asuntos amorosos. Hay alguna adaptación cinematográfica por ahí, incluso ambientada en época contemporánea, pero el libro es mucho mejor.
Muy
recomendable si te gustan las historias ambientadas en otras épocas
y bastante interesante y ameno.
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