La chica de papel, de Laura Martínez González. Reseña.



Sinopsis: 

Dani vive obsesionado con la chica que vio en la calle. Necesita volver a verla, saber quién es, pero por más que la ha buscado lo único que conserva de ella es el retrato que le dibujó. Lo que no se imagina es que la joven también le está buscando.

La chica de papel es una historia llena de intriga y de acción en la que descubrirás que a veces es mejor no saber la verdad.


Aclaro que la sinopsis es la que hay en amazon, escrita por la propia autora. Para empezar, yo no haría semejante spoiler de un libro mío en el resumen. Lo digo por lo de destripar que la chica lo busca a él. El libro es corto y el resumen puede quedar en una línea, pero aún así, yo no recomiendo poner más de la cuenta en la sinopsis. Claro que, falta la razón por la cual ella lo busca, y ahí es donde tenemos el principal atractivo de este libro, que al principio parece demasiado predecible. 

El argumento te podrá gustar más o menos, dependiendo de si el género es de tu agrado. No puedo decir qué genero es sin destripar la trama. De entrada es ficción juvenil contemporánea, con unos protagonistas muy jóvenes que entran en la edad adulta. 

Lo peor del libro es cómo está redactado. Lo de historia llena de intriga y acción, como reclamo publicitario está bien, pero no se ajusta a la realidad. Se puede tener un estilo simple pero que entretenga. Sin embargo, contar cosas como... me levanté a las 9 y me gasté 1 euro en el desayuno, luego fui en bus, etc etc, eso se llama aburrir al lector, hacerlo morir de bostezos. El protagonista ve a una chica y se obsesiona, como leemos en la sinopsis. Como idea para un libro no tiene mucho recorrido, razón de más para intentar contarlo con algo de chispa, con anécdotas interesantes, con... lo que sea, pero que te enganche de alguna manera. 

La narrativa es plana y aburrida durante gran parte del libro, pero además tiene errores gramaticales básicos:

Cada uno, nombraba a un alumno.
Qué manía con romper las frases con comas donde no deben ir, no se puede separar el sujeto del predicado por las buenas.

no le seguía el royo,
No es royo, ¡es rollo!

Al final la historia da un giro, aunque era una de las hipótesis posibles en estos casos. En resumen, lectura ligera para pasar un rato (casi) entretenido y poco más. 

Nuestra Señora de París, de Víctor Hugo. Reseña



Este libro es uno de los clásicos que pensaba reseñar por aquí, así que como especie de homenaje tras la tragedia del incendio reciente de la Catedral de Notre Dame, aprovecho para hacerla ya. Creo que todos más o menos conocemos la historia, quizá por la versión de Disney (peliculón, por cierto), y sabemos que trata del jorobado Quasimodo y la gitana Esmeralda... y poco más. La versión original es un novelón de los gordos, intenso y trágico, que te transporta a un París de oscuras callejuelas, y también a la luminosa catedral, con personajes diversos y fascinantes. Publicada en el siglo XIX, contiene todos los elementos típicos y extremos del Romanticismo, pero está ambientada en el siglo XV.

Recalco que es un libro duro, que te atrapa y te hace sufrir, al menos si eres de los que viven las historias de ficción a fondo. No voy a hacer sinopsis ni spoilers, así que te recomiendo que lo leas y averigües todo lo que no se contó en la versión dulcificada de Disney. 


Los personajes son un poco estereotipados, con poco margen para los grises, pero no por ello son menos interesantes y originales. La chica es una gitana de belleza deslumbrante ante la que se rinden los 3 personajes masculinos de la historia, cada uno de una manera diferente. El frívolo capitán Febo es un mujeriego que solo busca un revolcón mientras le hace creer que la ama. El archidiácono Frollo es un tipo falso y sin escrúpulos que la ama y la odia al mismo tiempo, o quizá proyecta en ella su auto-odio por desearla siendo sacerdote. Y Quasimodo simboliza el amor puro y desinteresado. La película de Disney le da protagonismo al jorobado en el título, y a pesar de ser un personaje único y el primer discapacitado de la literatura con un papel de mucho peso, lo cierto es que solo hay un gran protagonista en esta novela: la propia catedral de Notre Dame. Sin ese escenario no se entendería el libro, es el mayor homenaje realizado a una obra de arquitectura real que yo sepa, y si te gusta el arte además, tiene que estar entre tus lecturas imprescindibles.

Tuvo que pasar mucho tiempo para que el tema de las catedrales tuviera tanto protagonismo, como ocurre en Los pilares de la Tierra de Ken Follet, otro imprescindible si te gusta el tema. Por cierto, Frollo parece la inspiración para uno de los personajes en Los pilares. 


Curiosamente, y terriblemente, en el propio libro se describe un incendio de la Catedral, que sirvió para que las autoridades parisinas prestasen más atención al edificio y lo restaurasen. Así que, mientras sigamos leyendo este tipo de historias, lograremos mantener vivo al menos el espíritu de joyas culturales como esa.