La muerte llega a Pemberley, de P. D. James. Reseña



Género: suspense, novela negra, secuela

Nº de páginas: 336


Sinopsis:

Pemberley, año 1803. Han pasado seis años desde que Elizabeth y Darcy se casaran, creando un mundo perfecto que parece invulnerable. Pero de pronto, en la víspera de un baile, todo se tuerce. Un carruaje sale a toda prisa de la residencia, llevándose a Lydia, la hermana de Elizabeth, con su marido, el desafortunado Wickham, que ha sido expulsado de los dominios de Darcy. Sin embargo, Lydia no tarda en regresar, conmocionada, gritando que su marido ha sido asesinado. Sin previo aviso, Pemberley se zambulle en un escalofriante misterio.


La autora publicó este libro a los 90 años, nada menos. Le sobraba oficio, por tanto, para emular a una genia de la literatura como Jane Austen. Lo hace sin problema, heredando incluso su vena irónica, y nos lleva de vuelta a Pemberley, donde dejamos felices y tranquilos a la pareja protagonista de ese libro (perfecto en mi opinión) titulado Orgullo y Prejuicio. El cliché tan usado ahora de "enemies to lovers" (de enemigos a enamorados) lo inventó la señorita Austen y dejó el listón bien alto. 

P. D. James comienza con una introducción para los que no conocen la historia entre Darcy y Elizabeth, o para refrescarla para los que sí la conocemos, y de manera natural entronca con el hipotético futuro que les aguarda tras el momento de "fueron felices y comieron perdices". Que obviamente hambre no iban a pasar estos, con la fortuna de Darcy xD

Las secuelas son arriesgadas pero también atractivas, sobre todo si te encantó la historia original. Que alguien pueda darte más de eso que te parece tan bueno, y que lo haga bien, es un regalo. En este libro tenemos unos personajes que no desentonan con los creados por Austen y no defraudará, por tanto, a sus fans. Y, como autora yo misma de una secuela de otro gran clásico como Cumbres Borrascosas, puedo adivinar el placer que debió sentir la escritora al redactar esta historia. 

Recomiendo la serie de la BBC sobre este libro, si te dan pereza las lecturas de época. Sea como sea el método por el que llegues a la historia, verás que la vida siguió en Pemberley con sus propios planes y que era posible que el impresentable de Wickham la liase parda en algún momento.

La historia parece a ratos una sátira sobre otra sátira, pues en Orgullo y Prejuicio la autora lanza la pulla de "por dinero y posición te enamoras un poquito más rápido"; y tal como bien dice P. D. James aquí, rompiendo la cuarta pared:

Si aquello fuera una obra de ficción ¿habría el más ingenioso de los novelistas logrado explicar que, en un período tan breve, el orgullo hubiera sido sometido, y los prejuicios vencidos?

¿Se habría casado con Darcy de haber sido este un vicario sin blanca o un abogado novato que luchara por abrirse paso en su profesión? Resultaba difícil imaginar al señor Fitzwilliam Darcy como cualquiera de las dos cosas, pero la sinceridad la empujaba a una respuesta: Elizabeth sabía que no estaba hecha para los tristes manejos de la pobreza.

Pero el nudo central de este libro va en la línea de detectives y un crimen sobre el que se van dejando pistas. Es como mezclar a Austen con otra gran dama de las letras inglesas: Agatha Christie. Aunque la propia P. D. James era experta en esa clase de tramas.

La repentina llegada de un coche de caballos en mitad de la noche previa a una fiesta lo trastocará todo en la mansión de Darcy, para finalmente regresar a la paz que tanto les costó lograr en la historia original:

—Ni tú ni yo somos quienes éramos —dijo ella—. Volvamos la vista hacia el pasado solo si este nos da placer, y hacia el futuro con confianza y esperanza.

Me pareció interesante, por cierto, que se resolviese el futuro de Georgiana, la hermana de Darcy. Y, en resumen, me pareció una entretenida historia, digna heredera de la original.

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