La princesa prometida, de William Goldman. Reseña



Seguimos con otra princesa, después de hablar de la de Clèves. Llegué hasta este libro gracias a la película del mismo título, tras hacerme una mega fan de la misma. Me sé de memoria sus diálogos y no me canso de verla después de tantos años. Cuando supe que estaba basada en un libro, no me lo pensé dos veces y lo compré. Nunca sabes lo que puedes encontrar en estos casos, pues a veces el libro supera a la película (casi siempre) y otras veces ocurre al contrario (pocas veces). Pues bien, el libro es aún mejor que la película, y eso que el listón estaba alto. Tampoco es de extrañar que la película fuese tan buena puesto que, por suerte, el propio escritor es el autor del guión, quien tristemente nos dejó en el preciso mes en el que publico esta reseña.


Cuando lees el libro te das cuenta de que la película resume mucho lo que ocurre ahí. Ya solo con la presentación de la protagonista tenemos un buen número de páginas, llenas de ocurrencias super divertidas. Pero antes de eso tenemos una introducción que es una especie de broma, pues el autor nos quiere hacer creer que su historia está basada en otra y además nos ofrece una biografía ficticia de su propia familia. Y es que la historia es una especie de sátira, llena de humor y cariño, y un homenaje al género de aventuras. Es una gran aventura que reúne los ingredientes típicos: princesa, héroe, piratas, malvados, venganzas, espadachines, y un buen número de personajes secundarios con una personalidad única.


Por si no conoces de qué va la historia, te resumo. Buttercup es una muchacha que vive en una granja, donde conoce al campesino Westley. Un día él se va a buscar fortuna y la vida de la joven da un giro radical cuando el noble de la comarca posa los ojos en ella. Pero la vida da muchas vueltas y hay muchas aventuras que vivir antes de que... Pero no voy a hacer spoiler. Aunque te recomiendo el libro igualmente tanto si conoces la película como si no.

Frases míticas de esta historia:
-Como desees.
-Hola, soy Iñigo Montoya, tú mataste a mi padre, prepárate para morir.
-¿Por casualidad no tendréis seis dedos en vuestra mano derecha?... ¿Siempre comenzáis una conversación de esa manera?
-¡Inconcebible!... No estoy seguro de que sepáis el significado de esa palabra.
-¿Bromeáis? ¡Aquel día morí!

Amor verdadero, traiciones, lealtad, nobles corruptos, venganza... todo eso y mucho más nos espera en esta historia acompañados por Buttercup, Westley, el pirata Roberts, Iñigo Montoya, el gigante Fezzik, el milagroso Max, el Albino, Vizzini el conde Rugen, el príncipe Humperdinck...

Un libro (y una película) de diez.


Hay un videojuego basado en la historia, aunque bastante simple por desgracia. Se podría hacer otro mucho mejor. Si tienes curiosidad, aquí está mi gameplay de la demo:




La princesa de Clèves, de Madame de la Fayette. Reseña.



Este libro fue publicado en 1678 en Francia y narra la historia de “amor” entre la princesa de Cleves y el señor de Nemours. Ahora explicaré por qué escribo amor entre comillas. Está considerada la primera novela psicológica francesa, porque indaga en los pensamientos y sentimientos de la protagonista. Ella está casada, con un hombre por el que no siente pasión pero al que le debe fidelidad por su contrato matrimonial. Entonces conoce al señor de Nemours, que es un tipo realmente atractivo y poco más, porque de su carácter no tenemos gran idea. Y lo poco que deja ver, a través de sus actos, no lo sitúa en buen lugar, ya que es bastante bocazas y fanfarrón.

Hay que situarse en la época para hacerse una idea de cómo eran las cosas en otros tiempos. La pasión que siente ella se forja básicamente en su imaginación, casi por miraditas en plan adolescente y un par de palabras, ya que había que mantener las apariencias. Pero ojo, el libro no va de infidelidades. Porque esta historia a mí me pareció muy original y rompedora, por lo que voy a comentar del “amor” entrecomillado.

La autora hace una especie de ensayo acerca del amor romántico e idealizado, y la verdad es que no deja títere con cabeza. Cuando leí el libro, hace bastantes años, pensaba en la pobre esposa atrapada en un matrimonio aburrido y esperaba que huyera con su enamorado, ya que no existía el divorcio todavía (llegó con la Revolución Francesa del siglo posterior). Pero aquí no existe el “vivieron felices y comieron perdices”. Es una novela anti-romántica, que llega al fondo de la naturaleza humana con agudeza y de forma implacable.

En cierto modo me recuerda a Las amistades peligrosas, sobre todo cuando uno de los personajes dice “lo único que me extraña es lo poco que cambian los hombres”. Y es que en ese sentido, parece una novela contemporánea. Porque todavía hay hombres que, si no lo cuentan, no son felices. Van de conquistadores y lo único que les interesa es pavonearse delante de los amigos. Y ya está el conflicto armado por culpa de la indiscreción de él y la de ella, que se va de la lengua acerca de algo que en realidad es puro humo, una simple burbuja de jabón que se rompe al primer contacto con la realidad. Así es el “amor” de muchas mujeres, que solo existe en su cabeza. Nuevamente, tenemos un toque muy contemporáneo, o directamente atemporal, sobre asuntos que parecen no cambiar nunca.

El final no lo voy a destripar, pero en su momento me sorprendió a la vez que me abrió los ojos. Porque este libro, más allá de que sea romance o no, yo lo recomendaría como un libro de autoayuda jaja. Cuánta gente sigue opinando que es lícito y justificable sufrir por amor y cuántas veces crees morirte de obsesión por una persona que al cabo de cierto tiempo no vuelve a aparecer en tus pensamientos. De todo ello se habla en este pionero libro sobre los asuntos amorosos. Hay alguna adaptación cinematográfica por ahí, incluso ambientada en época contemporánea, pero el libro es mucho mejor.

Muy recomendable si te gustan las historias ambientadas en otras épocas y bastante interesante y ameno.

Las amistades peligrosas, de Pierre Choderlos de Laclos. Reseña



Cuando vi la película del mismo nombre, o mejor dicho, el peliculón, volví a verla muchas veces. John Malkovich, Glenn Close, Michelle Pfeiffer, incluso unos jovencísimos Uma Thurman y Keanu Reeves, forman parte del reparto, y el trío protagonista pocas veces logró superar el listón de sus interpretaciones en esta película de Stephen Friars.


La historia me cautivó y decidí leer el libro, cuando supe que estaba basada en uno. Del resto de versiones me quedo con la titulada Valmont, que también está muy bien. Ninguna es fiel al cien por cien al original, pero eso es casi lo de menos.


Su autor era un militar y escritor aficionado, que se propuso escribir una obra fuera de lo común de la que se siguiera hablando al cabo de mucho tiempo. Objetivo cumplido, podemos decir, y gran mérito lograr una obra maestra con un solo libro publicado, como le ocurriera por ejemplo a Emily Brönte con su perfecta Cumbres Borrascosas. Pierre era un hombre de ideas avanzadas para la época y algo de su feminismo se filtra en esta obra.

Lo primero que me sorprendió del libro era que estaba formado por cartas, es decir, pertenece al género epistolar. Vamos, estuve a punto de no leerlo porque pensé que iba a ser un tostón. Antes de eso venía el prólogo, claro, que en la edición que leí era bastante extenso y super interesante. Pero el libro a pesar del tema de las cartas, se lee muy bien y me gustó tanto o más que la película. Si no llega a ser por el prólogo, me habría perdido muchas cosas. Porque es un libro lleno de intenciones. Por si no conoces la historia, se desarrolla en el siglo 18 en Francia y narra las aventuras de un par de libertinos, el vizconde Valmont y la marquesa de Merteuil, grandes representantes del teatro social de la época, en la que imperaba la hipocresía, la doble vida y la falta total de escrúpulos entre una aristocracia aburrida sin ideales. Al menos eso es lo que intenta transmitirnos su autor, que algo sabría del tema.

La personalidad del par de libertinos da para un tratado de psicología y casi no me cabe duda de que están inspirados en personas de carne y hueso. En cuanto a los demás personajes, destaca Madame de Tourvel, la cándida e inocente corderita a la que se propondrá dar caza Valmont al precio que sea. La escena en la que consigue su propósito carnal, por decirlo finamente, es directamente literatura erótica. No es que sea explícita pero tampoco escatima en detalles. Por su parte, la marquesa de Merteuil se entretiene con el enamorado de otra chica angelical, salida de un convento de monjas, a quien también seduce Valmont para convertirla casi en una mujer de la calle, y todo por venganza hacia el prometido de la chica, a quien le ha jurado guerra la Merteuil. Con esa trama, tenemos los ingredientes de un thriller psicológico de época perfectamente engarzado.

Podemos enlazar esta historia con la de cualquier variante del Don Juan o Casanova. Es de esos mitos universales que se repiten en la historia de la Literatura: el cazador de mujeres que está de vuelta de todo y que sucumbe ante la pureza de la chica ultra decente. Pero en este libro se habla de muchas otras cosas, pues ante todo es un retrato social, y en ese sentido, se condena a la Merteuil cuando salen a la luz sus tejemanejes, pero con Valmont, por ser hombre, utilizan otro rasero. Hay un contraste entre lo que ocurre en el campo, que simboliza la tranquilidad y la decencia, y lo que ocurre en la ciudad, escenario de una auténtica guerra de sexos. Como dice cierto personaje: nada de lo que ocurre me sorprende, lo único que me sorprende es lo poco que cambia el mundo; los hombres son felices con la felicidad que reciben y las mujeres, con la felicidad que dan.

Como curiosidad, hubo hasta un grupo musical español con este nombre.


En resumen, una historia que no pasa de moda y que te recomiendo al cien por cien.